Entrevista a: Yoshua Cienfuegos



Yoshua Cienfuegos (Gijón, 1973) es graduado en Arte Dramático por el Instituto de Teatro y las Artes Escénicas de Asturias y en danza contemporánea por el Institut del Teatre de Barcelona. Lidera la compañía Cienfuegos, destacada agrupación de danza contemporánea

-¿Qué es a su juicio lo más satisfactorio de una profesión como la danza? 

-Muchas cosas. Por ejemplo: el poder idear, crear universos, transmitir sensaciones, poder experimentar un proceso de creación de emociones y estímulos con un equipo tan comprometido como es el mío. Es cierto que todo trabajo tiene sus sombras, pero evidentemente si sigo en esta profesión es porque la parte positiva pesa mucho más. 

-En la obra «Odeim» que se presenta el día 14 en Avilés trata el miedo, ¿cómo? 

-Es un espectáculo que a nivel conceptual tiene muchas ideas y desarrollos teóricos. La obra está compuesta por cuatro piezas y el anexo de ellas es el miedo, que tiene en alerta a todos los intérpretes. En la primera pieza se muestran los miedos más primitivos, en la segunda se intenta representar ese momento tambaleante económicamente que estamos viviendo ahora, la ruindad. En la tercera tratamos la muerte de un rey, símbolo del paso a otras cosas renovadoras, es una metáfora del poder político, militar y de linaje. Y en la cuarta, varios miedos como la claustrofobia. 

-Con la compañía Cienfuegos ha hecho varios montajes y ha ganado varios galardones, ¿se queda con alguno en especial? 

-Todos son positivos porque te permiten seguir creciendo y seguir trabajando que es el mayor de los regalos en estos momentos. Podría destacar el Premio Nacional de Danza de Costa Rica porque fue muy gratificante para mí, pero en general todos los premios de reconocimiento han sido muy positivos.

Las mates también son de película



¿Qué tiene que ver «Los Simpson» con las matemáticas? Es una pregunta que rondó ayer por la cabeza de muchos alumnos del curso de verano de la Universidad de Oviedo «Una mirada a las matemáticas a través del cine y la televisión». La respuesta la tenía el matemático Abel José Martín que les mostró una sucesión de imágenes en las que aparecían números, geometría, astronomía, y hasta la famosa frase de Bart Simpson: «Multiplícate por cero», para demostrar que las matemáticas están presentes en todos los aspectos de la vida, también en el cine y la tele. 

«El cine es multicultural, engloba muchos aspectos de la cultura, y no acabamos de entender que las matemáticas son una parte de ella», explicó Alfonso Jesús Población, profesor de matemáticas en la Universidad de Valladolid. Según él, muchas veces se intentan desvincular las mates de la cultura y se piensa que están sólo para resolver cuentas y para medir, cuando no es así. Es el mito que pretende desmontar el curso. «Donde hay un problema, hay matemáticas» explicó el profesor en el Centro de estudios universitarios de La Ferrería. 

«Rain man», «Una mente maravillosa» y «Ágora» son algunos de los films que tienen en su argumento esta ciencia como base. «Las matemáticas han hecho que algunos directores nos obsequien con muy buenas películas», aseguró Población y añadió: «La de "Una mente maravillosa" se suele nombrar mucho en estos casos, sin embargo, no me gusta demasiado porque tiene una biografía adulterada». El problema es que, para el matemático, el cine muestra esta ciencia como algo excéntrico y raro y asegura que esos casos tan extraños en los que los autistas o las personas con una discapacidad mental son verdaderos genios pueden ser casos que lleguen al 10 por ciento de la sociedad, pero el otro 90 por ciento de los matemáticos no padecen ninguna enfermedad mental. También explicó que en el cine puede haber verdaderas escenas científicas que son perfectas y magníficas para enseñar, como por ejemplo la película de «Ágora», y que si él no las usa es porque no puede poner una película de dos horas para tan sólo un momento. 

Para aquellos aficionados a las películas relacionadas con las matemáticas, Alfonso Jesús Población recomendó dos de ellas: «La habitación de Fermat», en la que cuatro matemáticos son invitados por un misterioso anfitrión a una sala en la que las paredes se van cerrando sino resuelven varios enigmas; y la de «Los crímenes de Oxford», la resolución de un misterio en el que las matemáticas están muy presentes. 

«En el cine las matemáticas no están infravaloradas, todo lo contrario, sino se explotan más es porque son complejas y complicadas y de eso tenemos culpa los profesores», explicó. Según él, son ellos los culpables de la mala fama que tiene la materia. El motivo: explicar cómo hacerlas pero no por qué hacerlas. «No se trata de que todos seamos expertos en hacer derivadas ni mucho menos, lo que queremos es que la gente se conciencie de que las mates son una parte de la ciencia y de la cultura que está ahí y que es muy útil en el día a día», expuso el profesor. 

Y es que para él las fórmulas mágicas no existen, lo único que tiene que cambiar es la manera de motivar a los alumnos. «Viendo películas no aprendes a hacer derivadas, aprendes metiéndote en ellas», concluyó el profesor de la Universidad de Valladolid.

Un camino para perder el norte



Caminar es el más antiguo de los ejercicios y el senderismo una opción saludable para conocer la naturaleza recorriendo itinerarios rurales que proporcionan al caminante paz y sosiego. Las vistas que combinan playa y montaña son las preferidas de muchos de los caminantes que recorren kilómetros y kilómetros con una mochila a la espalda. La Senda Norte, en Castrillón, es el mejor ejemplo de este tipo de ruta. Estas características la convierten en una de las sendas más frecuentadas de la comarca. Este verano, con el buen tiempo a favor, la senda se llenó a diario de turistas y caminantes. LA NUEVA ESPAÑA ha recorrido la senda para descubrir (y también recomendar) sus encantos. 

Con aproximadamente diez kilómetros de camino (nivel de dificultad medio-bajo) la senda recorre la costa del municipio desde Arnao hasta Bayas. Se trata de una ruta llena de subidas y bajadas con algunas pendientes duras, como la subida al pueblo de Bayas desde la playa de Munielles y la subida al mirador de Vidrias desde la playa de Reguerón. Con una duración media de 5 horas, se puede recorrer andando, en bicicleta y a caballo. La senda se divide en tres partes: el primer tramo arranca de Arnao y llega a la playa de Santa María del Mar; el siguiente tramo continúa hasta la playa de Bahínas y, finalmente, el tercer y último tramo finaliza en el playón de Bayas. Claro está, la senda se puede hacer en un sentido o en otro, aunque lo normal es que se haga partiendo hacia el oeste desde la playa de Arnao, justo al lado del castillete de la mina. 

La senda comienza con una pendiente muy pronunciada en la que una familia de alemanes había decidido asentar su campamento veraniego cuando LA NUEVA ESPAÑA hizo la ruta. Heidelbeng Willi y Grobhaus Elke disfrutaron de sus vacaciones en la entrada de la senda verde, con sus dos hijos Annika y Nicolas. «Nos gusta este sitio por la naturaleza y porque no hay muchos alemanes; se agradece cambiar de aires», explica la mujer. Los hijos ya habían recorrido parte de la ruta en bicicleta y el mayor, además, aprovechó para escaparse a hacer surf a Salinas. «Es la segunda vez que venimos, hace tres años estuvimos en Ribadesella y en los Picos de Europa; nos encanta Asturias porque la gente de aquí es muy amable», aseguró el padre de familia. 

Tras un ascenso de aproximadamente un kilómetro, el primer punto de interés que muestra la senda es el mirador de La Ladrona, donde se pueden ver tanto la isla del mismo nombre como una amplia vista litoral. En una senda lo normal es ir a caminar, sin embargo esta ruta se presta para la práctica de otras actividades. Ángel Suarez e Iván Rubio son dos jóvenes de 26 y 27 años que diariamente se acercan al primer tramo de la ruta para practicar la escalada. «Es nuestro hobbie, por eso venimos todos los días y además las vistas son espectaculares», asegura Ángel Suárez. 

Unos metros más adelante ya se encuentra el descenso hacia la playa de Santa María del Mar, un lugar tranquilo rodeado de naturaleza, donde muchos veraneantes toman el sol mientras leen, como es el caso de Jose Luis Fernández, de Oviedo, que ya ha recorrido muchas veces la senda. «Conocí esta playa gracias a la senda y vengo a leer aquí porque es muy relajante y además las vistas son preciosas», explica. Sin embargo, hay otras personas que prefieren ir con toda la familia a pasar la tarde. Jesús Arbesú y Auri López son de Oviedo y eligen la playa de Santa María del Mar diariamente para ir con su perrita «Alba» a tomar el sol y bañarse, «Nos gusta porque hay poca gente y eso hace que estés muy tranquila», explica la mujer. 

La ruta sigue con unas cuantas subidas y bajadas hacia la playa de Bahínas, pero antes de llegar se puede disfrutar de un camino rodeado de valles donde pastan a sus anchas caballos y vacas. Este es el tramo preferido de Joaquín de la Riva, un caminante avilesino que ha decidido dar un paseo mientras su mujer toma el sol en la playa de Bahínas. «Me gusta el olor a mar de la senda», afirma. Un poco más adelante, justo antes de llegar a la playa de Bahínas, aparecen un par de ciclistas sorteando las piedras del camino. Muli y Gal Ross son dos israelíes que viven en Naveces desde hace un año y que han querido probar, por primera vez, como es la ruta en bicicleta. «Queríamos conocer el paisaje y decidimos hacerlo en bici, además nos gusta mucho el mar y las playas», asegura Muli Ross. A Gal Ross lo que más le gusta del Naveces es que está lo bastante lejos de la ciudad como para que haya paz, pero a la vez lo suficiente cerca para comprar cosas. 

Tras la playa de Bahínas, la ruta da paso a más praderas bordeadas por brezales. Ya casi a la mitad del recorrido, la playa de Munielles sale al encuentro del caminante. La senda atraviesa ahora la rasa de Bayas para descender a la playa del Cordial. Se asciende nuevamente hasta la rasa costera, alcanzando el mirador del cabo Vidrias y después un observatorio ornitológico, continuando hasta el mirador del alto de La Granda, para desde aquí bajar a la playa de Requexinos, en el extremo oriental del playón de Bayas, uno de los mayores arenales de Asturias. Aquí suelen a vernir a pasar el día David Pérez, su mujer, Susana Suárez, y su hija Inés. La familia es de Avilés aunque pasa todo el verano en Bayas. «Nos encantan las vistas desde los acantilados, pero hay algo que nos desagrada y es que hay partes que están muy descuidadas», lamenta el matrimonio.

Entrevista a: Próspero Morán



El periodista Próspero Morán es el director del curso «Periodismo cultural e información local: la crónica musical», que se imparte en el centro universitario. Morán nació en Langreo en el año 1962 y está licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo. Es autor de libros como «Lengua y Nuevas Tecnologías» y numerosos trabajos de investigación sobre los medios audiovisuales en Asturias. El curso que dirige en Avilés se prolongará hasta el 5 de agosto y los alumnos participantes viajarán al festival Intercéltico de Loriant (Francia). 

-¿Cuál es el papel del periodismo en la divulgación cultural? 

-El periodismo tradicional, a nivel local, juega un papel fundamental porque es el espejo en el que se refleja prácticamente toda la actividad que se desarrolla en esos ambientes. En ese sentido históricamente los medios locales tienen un papel crucial que hoy se está ampliando a estos ámbitos con la comunicación informal que se genera en las redes sociales. 

-En la información de deportes lo que más se fomenta es el fútbol. ¿Hay alguna preferencia similar en la cultura? 

-La crónica cultural por excelencia es la de espectáculos, que es una crónica con tradición y trayectoria histórica que se ha visto enriquecida con las nuevas tecnologías y las posibilidades que sufren sobre todo en el campo musical. 

-¿Qué elementos tiene que reunir una crónica musical? 

-Más que una crónica cultural es una crónica musical que tiene que tener al protagonista del mismo (el artista), la localización en la que se desarrolla la actuación, tanto física ( escenario, ubicación?) como cultural, porque no es lo mismo que se celebre en una tierra con aficiones flamencas que en un una con aficiones rockeras o gustos folclóricos. Además de eso, ha de tenerse en cuenta el momento económico, socioeconómico y cultural en la que se celebra porque no es igual un concierto de verano que uno en temporada o uno académico que uno protocolario. Y no podemos olvidar también las cuestiones estilísticas que son propias del género de la información especializada, temática y que presuponga unas características especializadas de periodista que es, además, la fuente de informativa en el caso de la crónica musical. 

-¿Cuáles son los objetivos del curso? 

-Primero, enseñar la información musical y la redacción periodística del genero de la crónica al alumnado pluridisciplinar relacionado no obstante con la temática musical y cultura. El segundo es contribuir de forma práctica a ese aprendizaje con una experiencia constructivista y colaborativa que se desarrolla en el festival de Lorient al que acuden los alumnos para poner en práctica los conocimientos recogidos esta semana.

Entrevista a: David Otero





David Otero Martín (Madrid, 1980), conocido como «El Pescao», es un cantante, guitarrista y compositor ex miembro del grupo de pop rock «El Canto del Loco». Ayer actuó en Salinas.

 -El principal motivo por el que está en Asturias es para hacer surf. ¿Por qué ha elegido Salinas?

 -Porque es una playa con buenas olas. Pero sobre todo vengo por la gente. Si no estuvieran mis amigos no vendría. Además, hay muy buen ambiente.

-¿Cuándo empezó a hacer surf? 

-Hace cinco años. Un verano me fui de vacaciones con mi familia a una playa de Cantabria y mi hermano y yo nos aburríamos al sol, así que vimos una escuela de surf y nos hicimos amigos de la gente. Nos dijeron que lo probáramos y desde ese día hasta hoy hago surf. 

-Y respecto a su música, ¿compone sus canciones? ¿Siguen alguna temática concreta? -Sí, compongo la música y la letra. Ya lo hacía en el «Canto» y ahora solo. La temática es la que surge en cada canción, no me cierro en un tema concreto. Es un proceso muy bonito porque tienes algo que contar y lo haces a través de la música. -¿De dónde nace el nombre de «El Pescao»? 

-Nace de una expresión muy idiota que usaba con mis amigos: «Chao, pescao». 

-¿La gente ya ha superado el hecho de que sea ex miembro de «ECDL»? -Sí, la gente toma mucho cariño a lo que hago, ven el proyecto con otros ojos, es otra estética y estoy encantado. No ha habido comparaciones, ni la gente piensa que se parecen ni nada. Y así es como tiene que ser, son proyectos diferentes.

Sexo alrededor del mundo




Valérie Tasso, sexóloga, escritora y ex prostituta, cree que se ha vendido una imagen del amor errónea. Este sentimiento, a su juicio, es intuitivo y requiere mucha cultura. «Si sois profanos en el arte no podéis juzgar una obra de arte. Con el amor pasa lo mismo», explicó la autora de «Diario de una ninfómana», que agregó: «Haría falta una cultura del sexo como la hay del arte». Provocativa, escandalosa, seductora y promiscua, Tasso ofreció ayer una conferencia en el Centro de Servicios Universitarios bajo el título «Amor, sexo y cultura». 

El amor tradicional -según lo que se entienda por tradicional, según Tasso- siempre ha estado protagonizado en Europa por la figura de un hombre y una mujer unidos en matrimonio. Se pueden encontrar también verdaderos sentimientos de amor que se manifiestan de distintas formas a lo largo del mundo. En el Tíbet, por ejemplo, las mujeres vírgenes están mal vistas. «Si un tibetano encuentra a una mujer que se ha tirado a todo su colegio mucho mejor», manifestó la sexóloga Valérie Tasso. Y no solo eso. «Cuando un extranjero llega a sus casas es frecuente que propongan al invitado pasar la noche con ellos o con ellas, y si se les dice que no se lo toman como un feo», aseguró. Casados o no casados, los tibetanos siempre dan la bienvenida en su cama. Por cada acto sexual que practican con un invitado se cuelgan un collar, por lo que es normal que lleguen a tener decenas. Lo suyo es una especie de «matrimonio abierto». 

El matrimonio Nuer es otra historia. Los Nuer -o Nath- son de Sudán y Etiopía. Se caracterizan porque una mujer estéril se une con otra mujer generalmente más joven para pasar la vida juntas. El hombre solo es necesario para fecundar a la mujer fértil y después se va. El matrimonio Mut'a se diferencia del resto en el pago de un dinero a cambio del placer obtenido de la mujer durante un periodo de tiempo determinado. Lo suelen practicar, según Tasso, hombres casados que viajan mucho y no quieren estar solos. Eso sí, si durante ese tiempo la mujer se queda embarazada, el niño tiene el mismo derecho que los hijos legítimos del pagador. 

Los inuit, también llamados esquimales, habitan en pequeños enclaves de las zonas costeras de Groenlandia y el extremo nororiental de Siberia. En la cultura tradicional, los matrimonios, aunque pactados en ocasiones, quedan generalmente a libre elección del individuo. La monogamia es la costumbre frecuente, pero también se da tanto la poliginia como la poliandria. La poliandria es el estado del hombre casado con varias mujeres, lo mismo que la poliandria pero al contrario, es decir, cuando una mujer puede estar al mismo tiempo en matrimonio con varios varones. 

Los tipos de matrimonios que hay repartidos por el mundo son muy diferentes. Por eso ayer Valérie Tasso quiso demostrar que no hay una forma predeterminada para llevar acabo ese desconocido sentimiento llamado amor. «El amor depende de cada persona, y está en nuestras manos cambiarlo si no estamos a gusto con él», aseguró por su parte la sexóloga Anabel F. Francos, que también participó en el curso «Sexología: erótica, deseo, amor y pedagogía» que dirigen en el Centro de Servicios Universitarios la sexóloga Ana Fernández Alonso y el profesor José Joaquín Arrieta. 

Esta mañana continuarán las ponencias a cargo de Iván Rotella, que ofrecerá una ponencia con el título «Parejas estables: la gestión del deseo erótico», José Luis Biztegi que disertará sobre «El imaginario y la fantasía» o María Mougeot que analizará la erótica y la moral social.

Fuente: LNE

La vuelta al mundo en 80... cervezas




Conocer países sin salir de Avilés nunca fue tan fácil. Con el XVIII Festival de la cerveza, que abrió ayer sus puertas en la plaza de abastos, se puede dar la vuelta al mundo con los labios orlados de espuma. Los distintos establecimientos participantes en la cita, organizada por la sociedad Mercado de Avilés, ofrecen hasta el día 20 todo tipo de cervezas entre las que se pueden encontrar las más habituales y las más desconocidas. Los asistentes comenzaron a bullir ayer a partir de las siete de la tarde, degustando bebidas de países como Alemania, Australia, Holanda y la República Dominicana, entre otros. 

La plaza se llenó de personas de todas las edades que habían quedado para lo que los avilesinos llaman popularmente «ir a la cerveza». Y algunos se sorprendieron, un año más, de la cantidad de marcas y tipos que existen. Cervezas como la «Fosters», de Australia, son bastantes conocidas en España, según apuntó Irene Fano, aunque muchos solo se animan a probarlas en festivales como este. Sin embargo hay otras como la «Timmerman» que no es tan común. Esta bebida es una de las más exitosas entre las personas que no son muy aficionadas al sabor fuerte de la cerveza ya que se puede degustar con sabor a frambuesa y melocotón, entre otros, tal y como señalaron los responsables de los establecimientos. Además hay cervezas muy fuertes como la «Leffe Blonde» de Bélgica, con 6,6 grados, y otras más suaves como la holandesa «Bavaria» con 5 grados o la mexicana «Sol» de 4,5 grados. 

Una nacionalidad que nunca falta es la alemana, con cervezas sin alcohol como la «Karamalz», que es negra y dulce; los combinados, que parecen tener mucho éxito entre los menos cerveceros, como la «Banana Weiss» (a base de cerveza de trigo y zumo de plátano) y por último cervezas con alcohol como la «Aventinus», que es la más antigua de Bavaria y tiene 8,5 grados. También la «Cubanero», de Cuba, la «Pilsner», de la República Checa, y la «Presidente», de la República Dominicana, tienen su sitio en Avilés.

Aún así, hay personas más nacionalistas que barren para casa y que prefieren un sabor más familiar como el de la «Estrella Damm» o la «Estrella de Galicia», dos de las cervezas más españolas más conocidas. Esta última es una de las más vendidas, tal y como apuntó Letizia Rivera. También son muy demandadas las asturianas «Belenos» o «L'Esbardu», según precisó Nacho Martínez.

Fuente: LNE