Los protagonistas del «show», Saimen Lemoine y Sacha Bosly, dejaron boquiabiertos a los avilesinos con sus imposibles acrobacias a bordo de lo que para ellos son sus «bebés», también llamados «matagigantes» o «big foot». El espectáculo de estos ingenios de cuatro ruedas cuenta con ocho números distintos, a cual más peligroso y «absolutamente fascinantes», según Jorge Fernández, uno de los espectadores. El «show» levanta el telón con un desfile de coches de rally. Los pilotos no dudan en ponerlos a todo gas para demostrar la potencia de cada uno de ellos. El público aplaude a rabiar cuando Sacha y Saimen cambian sus automóviles por los quads para hacer acrobacias extremas. Los conducen sin manos, de pie e incluso a dos ruedas.
En el descanso, el organizador da paso a Gary Manolo, el «hombre de fuego», que con solo un casco de protección se sube al capó de un coche conducido por Saimen Lemoine y juntos atraviesan una pared de fuego. Para el siguiente número, los protagonistas, que hacen de dobles en la serie «Alerta Cobra», piden al público su participación. Los pilotos eligen a cinco chicas -entre ellas esta periodista- y las invitan a subir a los vehículos. Cuando las «voluntarias» se dan cuenta de dónde se han metido, tienen que agarrarse a lo que pueden para no caerse porque los coches ya están a dos ruedas. «Me animé a subir por probar y ha sido increíble; estoy alucinada, es como montar en una montaña rusa», asegura Jennifer Vázquez, una de las que probaron la experiencia.
«Me llamó mucho la atención y me animé a venir al show, pero nunca me habría imaginado que acabaría subida en un coche circulando a dos ruedas.
Cuando estaba ahí arriba se me durmieron hasta las piernas del miedo», afirma Lola Moreno. Cuando las mujeres se bajan de los vehículos, los pilotos siguen su número dando vueltas de 360 grados sobre dos ruedas para finalizar la primera parte del «show» Sacha Bosly subido al capó de un coche que circula a dos ruedas.
La segunda parte de la actuación consigue arrancar la sonrisa de los espectadores. Las dos protagonistas del número, para la sorpresa de muchos, son dos niñas de tres y seis años, Isabel y Sofía respectivamente, las hijas del piloto Sacha Bosly. Las niñas dejan sorprendidos a muchos tras conducir los quads hacia atrás y con una mano. A continuación, el más joven de los pilotos, Saimen Lemoine se monta en su moto y, tras varios caballitos y derrapes, empieza su número de saltos. El motorista comienza saltando tres coches y va aumentándolos hasta llegar a siete. Para el último número Sacha Bosly se sube a un coche y da nada menos que tres vueltas de campana. La gente se encoje al ver que no sale del vehículo hasta que suena la música y el piloto brinca por la ventanilla para ponerse a bailar. El espectáculo acaba con los aplastacoches o «big foot». Sacha y Saimen se despiden del público destruyendo coches. De recuerdo: olor a gasolina y goma quemada. ¡Qué monstruos!
Fuente: LNE
No es demasiado difícil de leer porque los datos no están tan cargados de efectos como el informe anual que la compañía envía a los accionistas. Repasa cada sección de los 10K. https://theencouragemint.com/como-investigar-la-inversion-en-acciones-de-una-empresa-a-traves-de-los-registros-en-la-sec/
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